martes, 18 de octubre de 2016

FASE VI : Cerramiento con paja

Por fin llega la fase del cerramiento de los muros con pacas de paja. Han sido cuatro semanas de duro y paciente trabajo, porque aunque parezca sencillo no lo es, os lo aseguro. Antes de comenzar, quedaba pendiente poner la peana de piedra y el poste del porche; Quique vió una peña de las muchas que salieron en la explanación y no se lo pensó dos veces, "¡ésta me gusta!", y en un abrir y cerrar de ojos se marcó una peana de lujo.



 





Ha llegado una nueva habitante a Olea.... una preciosa burrita de raza zamorana que se llama Ametsa, que significa "sueño" en Euskera, porque eso es este proyecto, un sueño que se está haciendo realidad poco a poco. Raúl, Araceli y yo nos fuimos de ruta desde Argüeso hasta Olea atravesando el monte de Suano en compañía de la familia, Fito, Suelen y Ametsa. En la última foto aparece la burrita junto a mis tíos de Canadá, que han pasado las vacaciones aquí coincidiendo con la obra.








Comenzamos con un viaje relámpago a la comarca burgalesa de Pinares, para comprar serrín de pino, ingrediente necesario en el mortero greb que recubre las pacas de paja. En esta fase es necesaria mano de obra extra si se quiere avanzar más rápido. La forma de proceder se puede resumir en cinco puntos:
  
    1. Se colocan las pacas de canto, es decir, con el tallo en vertical, en el pasillo que forman los listones del entramado de madera. La paja tiene que estar seca, y vale de cualquier cereal.

   2. Se clavan clavos galvanizados de 80 mm de longitud en el canto de los listones. Estos clavos son fundamentales, ya que permiten al mortero agarrarse a ellos, dando gran estabilidad al cerramiento.

    3. Una vez colocadas las pacas en una línea, se unen cada poste de frente a frente con un rastrel de madera. Esta operación mantiene los postes a igual distancia a la hora de verter el mortero greb, y al mismo tiempo solidariza aún más toda la estructura.

    4. Se limpian todos los rincones y se atornillan a la estructura unos tableros que servirán de encofrado.

    5. Finalmente se vierte el mortero greb, que se compone de una parte de cal, una parte cemento, tres partes de arena y cuatro partes de serrín de madera blanca. Por su composición resulta muy ligero, como una mouse. El cemento (muy polémico) permite que el mortero endurezca más rápidamente. El serrín aumenta la capacidad de transpiración, compensando así la mala transpirabilidad del cemento. Es necesario vibrar el mortero al mismo tiempo que se vierte para que llegue a todas las esquinas. Una vez desencofrado, la pared queda rectilínea y lisa, preparada para enlucir con un mortero de acabado, madera, etc.  

La capacidad de aislamiento de la paja es impresionante; una paca de paja mide unos 38 cm. de canto, y su aislamiento equivale a 25 cm. de lana de roca, 30 cm. de poliestireno extruido, 1 m. de termoarcilla o 10 m. de hormigón. Y lo mejor es que transpira, consiguiendo mayor confort. El gasto en calefacción se ve reducido de manera muy notable, reembolsando a medio plazo buena parte del costo de la obra

Durante estas semanas han sido muchas las visitas de amigos, familiares y curiosos, que no querían perderse la ejecución de los muros. Todos se han ido convencidos de la fiabilidad que ofrece el sistema constructivo Greb.... y algunos de ellos construirán su casa de paja. Aquí os dejo un resumen de las fotos que hemos sacado en esta fase. Pinchando sobre ellas se pueden ver más grandes. 

¡Hasta la próxima!